Antes de empezar a revestir las paredes de un baño es conveniente planificar, previamente, la colocación de las cerámicas para obtener el mejor resultado final. Evidentemente se puede arrancar colocando las primeras cerámicas y resolver las distintas situaciones que se vayan presentando. Pero es mucho mejor planificar, antes de pegar la primer pieza, como queremos que se vean los puntos más críticos. La cuadrícula y las líneas que quedan conformadas cuando todas las piezas estén en la pared van a resaltar cualquier problema que no hayamos previsto con anterioridad.
Por eso
es necesario ir “dibujando” sobre un papel, sobre la pared, o mentalmente, cuál
será la mejor solución para cada
situación que se presente: la mejor ubicación de los cortes, el arranque de las
hiladas, el encuentro con el cielorraso, etc.
Diferentes situaciones que se pueden presentar, y sobre las que habrá que tomar decisiones
Si bien el baño es un ambiente de los más chicos, puede presentar muchos y distintos detalles a los que tendremos que tener en
cuenta. Vamos a referirnos aquí a los más importantes o comunes:
Los cortes de las cerámicas en los encuentros de paredes
Como rara
vez, en una pared, entre una cantidad entera de cerámicas, será necesario decidir
en qué lugar queremos que queden las piezas cortadas. Si el corte es bastante
grande (más de la mitad de la cerámica) puede no ser tan grave. Pero si
el corte es de un cuarto de cerámica, o bastante menos, el revestimiento final no se va ver
prolijo. En estos casos se puede optar por dos caminos:
- Comenzar colocando cerámicas enteras y tratar de que los cortes queden
ocultos en algún lugar poco visible del baño (detrás de la puerta, en el compartimento
de la ducha, detrás de algún mueble, etc.) Es el caso que se muestra en la figura 1 a.
- Cortar la primera y la última cerámica, en forma simétrica, de manera
que queden dos cortes grandes en los extremos que no molesten a la vista. Figura 1 b.
Figura 1
En el primer caso se consumen menos piezas (20) porque el corte fino puede salir de algún recorte menor.
En el
segundo caso, de mejor terminación, se necesita usar más piezas (25) con lo que aumentará
el desperdicio de material.
El orden de la colocación de revestimientos en los baños
La colocación
de cerámicas en el baño tiene un cierto orden que se debe tratar de respetar:
- Como primer paso se coloca la primera hilada de piezas enteras, que
normalmente es la segunda hilada desde el piso. Colocada y nivelada la primera hilada de cerámicas, se continúan colocando hacia arriba hasta llegar a la altura deseada;
- Como segundo paso se coloca el piso, para asegurar que éste no se dañe durante el revestimiento de las paredes por la caída de
herramientas, o de cerámicas, por el apoyo de escaleras metálicas, etc.;
- Como tercer paso se coloca la hilada más baja de cerámica de pared, que
va cortada de acuerdo a las pendientes que suelen tener los baños.
El arranque de la primera hilada de cerámicas enteras
Si no hay otras condicionantes que recomienden otra cosa (alguna de la
cuales veremos más adelante) es conveniente colocar la primera hilada de
cerámicas enteras (la segunda de la pared) a la altura de una cerámica entera
en zona de la parte más baja del piso del baño, normalmente en la zona de algún
desagüe. De esa manera, tal como se ve en la figura 2 a, las siguientes cerámicas irán cortadas a un tamaño más
chico. Y la terminación será más prolija que si comenzáramos con una cerámica entera
en algún punto más alto. Porque de ser así, habría
que agregar cortes finos que, además de ser difíciles de realizar, no dan una
buena terminación. Figura 2 b.
Figura 2
Cerámicas enteras a nivel de dinteles de aberturas
Ésta es una situación que siempre se trata de tener en cuenta pero no siempre se puede respetar. Llegar con una cerámica entera hasta el nivel del dintel de puertas o ventanas, tal como se ve en la figura 3 a, podrá ser deseable pero no siempre es posible. Si por hacerlo nos vemos obligados a hacer cortes “raros” en la primera hilada desde el piso es preferible optar por hacer los cortes, que no suelen quedar mal y son relativamente fáciles de hacer (usando amoladora y disco diamantado). El resultado es el que se ve en la figura 3 b.
Figura 3
Revestimiento de frente de bañera
También hay que considerar cómo van a quedar los cortes cuando se
revisten los frentes de bañeras. Si mejorar la apariencia del frente nos
complica el arranque de las primeras hiladas de las paredes, es preferible
renunciar a esas mejoras, tal como se vio anteriormente en el caso de los
dinteles. Siempre depende del tamaño de las cerámicas, pero no está bien que la
primera hilada desde el piso sea tan chica que parezca un zócalo.
Recapitulando
- Es conveniente planificar la ubicación de cada cerámica antes de pegar
la primera, si lo que se busca es el mejor resultado posible;
- Nunca es bueno que, a la vista, queden cortes muy finos, los que
inclusive son difíciles de hacer. Salvo que puedan quedar disimulados en algún
lugar poco visible del ambiente;
- Es importante un correcto arranque de la primera hilada de cerámicas
enteras;
- Deberá quedar a una distancia de una cerámica entera en el punto más
bajo del piso;
- Es deseable una terminación prolija en dinteles y frentes de
bañeras, pero no siempre es posible. A veces hay que renuncia a algo.
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