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sábado, 20 de junio de 2020

CÓMO USAR LOS ADITIVOS VINÍLICOS MULTIUSO, TIPO TACURÚ

¿Para qué sirven los aditivos multiuso?


Cuando las condiciones físicas para aplicar pinturas, materiales o mezclas húmedas no sean las ideales, se pueden usar aditivos sintéticos que mejoran notablemente los resultados. Si bien, con el tiempo, fueron apareciendo en el mercado productos específicos para las distintas situaciones que se puedan presentar, hay aditivos vinílicos multiuso tradicionales, muy versátiles, del tipo conocido como tacurú. Son de costo accesible y se consiguen fácilmente en ferretería y corralones de materiales. Son sustancias químicas, blancas, de consistencia lechosa, que se pueden adquirir en diferentes presentaciones, en envases que pueden ir desde 1 litro hasta 200 litros.

Adicionados al agua usada para el empaste de las distintas mezclas, agregados a pinturas y revestimientos a base de cemento, o usados en estado puro directamente sobre superficies difíciles, facilitan los trabajos y mejoran, sensiblemente, los resultados. Los rendimientos, o las proporciones de uso, serán las que cada fabricante indique, generalmente en los envases en que vienen presentados.

¿Cuándo conviene usarlos?


Si bien en general se describe a los aditivos multiuso como compuestos por resinas termoplásticas con aditivos químicos que agregan dureza y adhesividad a los materiales tradicionales, sus posibilidades de uso son muchas más, y conviene tener siempre cierta cantidad del producto en obra. Algunas posibilidades de uso de los aditivos vinílicos multiuso, tipo tacurú, son:

Como puentes de adherencia de revoques


Hay veces que las superficies sobre los que se van a aplicar revoques se encuentran en malas condiciones, con riesgo de que el material termine desprendiéndose una vez colocado. En esos casos habrá que:
  •          Preparar un mezcla de cemento y aditivo multiuso en partes iguales, agregando agua en la cantidad necesaria para conseguir una consistencia de lechada, líquida pero espesa
  •          Aplicarla sobre la superficie deteriorada lanzándola con fuerza y cepillando para que  penetre en ella, en poros y fisuras
  •         Aplicar el revoque que se desee, agregando también aditivo multiuso en el agua de la preparación


En morteros a base de cemento usados para reparaciones y bacheos


Las superficies de tránsito que se reparan normalmente se encuentran: sucias antes de los trabajos, y sometidas a esfuerzos importantes después de la reparación, por lo que es muy importante que la adherencia entre lo viejo y lo nuevo sea la mejor. Por eso conviene:
  •          Limpiar adecuadamente las superficies y aplicar aditivo multiuso puro
  •          Preparar una mezcla de 3 partes de arena por una de cemento, y empastar con agua con el agregado de aditivo vinílico multiuso
  •          Cuando el aditivo comience a secar, aplicar cuidadosamente el mortero, apretándolo para que penetre bien en la zona a reparar
  •          Cuando comience a “tirar”( a endurecer)  aplicar el aditivo a pincel o pulverizador para controlar el curado; esto es que la pérdida de humedad por evaporación sea la mínima posible

Como ligante de revestimientos cementicios


Si bien los revestimientos decorativos elaborados a base de cemento, tipo salpicrete, vienen ya preparados y listos para usar, se puede mejorar su adherencia inicial y su resistencia final agregándole el aditivo multiuso. Conviene:
  •          Preparar la mezcla como indique el fabricante pero reemplazando parte del agua utilizada por el aditivo
  •          Aplicar sobre la superficie a recubrir, pudiéndose “pintar” previamente con el aditivo puro, para fijar posibles polvos y desprendimientos (cuando se trate de bases viejas)


En enduidos o “finos” de yeso sobre superficies “difíciles”


Cuando se quiera dar una terminación final de yeso sobre superficies con poca adherencia, como ser hormigones realizados con moldes metálicos o de materiales plásticos, se recomienda:
  •          Preparar una mezcla de arena muy fina y cemento, con el agregado de aditivo vinílico en el agua
  •          Aplicar una capa fina sobre las superficies
  •          Preparar la mezcla de yeso agregando también aditivo al agua de la preparación


Como mejorador de adherencia líquido


En algunos casos, como en las superficies de materiales a base de cemento y cal, que tienden a deshacerse y desprender polvo, se puede aplicar el aditivo vinílico multiuso directamente, para que fije la base y mejore la adherencia.
  •          Aplicar el aditivo multiuso tal como viene en el envase usando una pinceleta o escoba. según el caso, extendiendo bien el producto para que penetre en la superficie, cuidando que no queden charcos
  •          Aplicar la terminación correspondiente antes de que el aditivo seque del todo


Como regulador de la evaporación de humedad


Las superficies con gran contenido de cemento (que se contraen y fisuran si secan demasiado rápido) tales como carpetas, plateas de fundación de hormigón o pavimentos deben ser protegidos contra la evaporación rápida de la humedad que contienen. Para evitarlo:
  •          Aplicar aditivo vinílico multiuso diluido con agua usando pulverizador, en cuanto la superficie empiece a “tirar”, para evitar que el material se "queme" o fisure


Como aditivo mejorador de mezclas


Agregado al agua de amasado de las distintas mezclas que se usan en la obra, el aditivo mejora la adherencia y la plasticidad de las mezclas, y la dureza final de los trabajos


Algunos cuestiones a tener en cuenta cuando se usan aditivos multiuso


  •          No agregar a mezclas que vayan a quedar sumergidas en agua
  •          Respetar las proporciones  (que generalmente se pueden leer en los envases) que recomienden los fabricantes
  •          Usar siempre agua limpia y no salitrosa
  •          Los materiales que se vayan a utilizar después de que  se haya aplicado el aditivo vinílico, usado como mejorador de adherencia, deberán ser colocados antes de que este seque y haga película, ya que de lo contrario se volverá impermeable y resbaladizo
  •          Eliminar el polvo y todo material suelto antes de aplicar el aditivo multiuso
  •          De haber manchas de grasa o aceite, lavar con agua caliente y detergente, y enjuagar bien






viernes, 22 de mayo de 2020

SOLUCIONES PARA LA HUMEDAD DE CIMIENTOS, los revoques “transpirables”


El problema de la humedad de cimientos


Dentro de los remedios o tratamientos para el problema de la humedad ascendente de cimientos hay uno que pertenece al grupo de los que tapan el problema. Es decir que la humedad va a seguir subiendo, y apareciendo, pero no la vamos a ver. A este grupo pertenecen las placas “antihumedad”, las placas de yeso y cartón del tipo Durlock AH o similar, y estos revoques antihumedad, especialmente diseñados  para ser aplicados en las zona de paredes deterioradas por la humedad ascendente y las sales que traen diluidas.


Los revoques transpirables


A diferencia de un revoque tradicional a la cal,  al que, a la larga, la humedad va a destruir, o de un revoque de cemento con hidrófugo (ceresita), que sólo va a impermeabilizar la zona (con lo que la humedad va a aparecer por encima o por los costados del revoque), los revoques antihumedad transpirables se aplican sobre las zonas de la pared dañadas y, si bien no van a reconstruir la capa aisladora, las van a cubrir y permitir que la humedad se absorba y libere hacia el ambiente, sin destruir el revoque. A la manera de las placas antihumedad o las placas de yeso y cartón, especialmente diseñadas para zona húmedas, sólo tapan la humedad, pero de una manera más efectiva. 

Modo de aplicación


Para poder aplicar el revoque antihumedad se deberá:

  •          Picar todo el material suelto de la zona afectada (generalmente sobre los zócalos) hasta 10 o 20 centímetros por encima de la altura máxima de la humedad
  •          Cepillar y lavar la pared para eliminar el polvillo y restos de humedad (eflorescencias blancas)
  •          Aplicar el revoque antihumedad en un espesor aproximado de 2 centímetros. Si hubiera que aplicar un espesor mayor convendrá hacerlo en dos etapas, colocando en medio una malla de fibra de vidrio como refuerzo, para evitar fisura y desprendimientos
  •          Una vez finalizada la aplicación del revoque se le puede dar distintas terminaciones, más o menos lisas a fratacho, o bien rústicas, mediante raspado.
  •          También se puede usar como base, como revoque grueso, para un revoque fino final que también sea transpirable, o sea que no impermeabilice la pared
  •          Finalmente conviene usar pinturas al agua, a la cal, o tipo látex de poro abierto, de las que no impidan el paso del vapor de agua

Como se ve, siendo el revoque “antihumedad” un material transpirable, hay que tener cuidado de que posteriores terminaciones no le cambien esa condición.





Aplicación de un revoque antihumedad transpirable

Otros usos del revoque antihumedad


Además de usarse para reparar revoques y paredes destruidas por el ascenso de humedad de cimientos, el revoque antihumedad también se puede usar en obra nueva. Se puede usar para prevenir problemas si no se está seguro del estado de la capa aisladora hidrófuga de las paredes. De esa manera, si en el futuro apareciera alguna humedad ascendente, el revoque antihumedad le permitirá evaporarse sin deteriorar la terminación de las paredes.
También puede usarse en revoques exteriores ya que, si bien es un material transpirable que deja pasar el vapor de agua, es lo suficientemente impermeable para no dejar pasar el agua de lluvia.




Recapitulando


  •          Los revoques antihumedad no recomponen la aislación hidrófuga de la pared sino que cubren los efectos de la humedad.
  •          Su característica transpirable le permite absorber la humedad y liberarla al ambiente sin descomponer el revoque.
  •          Su efectividad no debe ser anulada con terminaciones superficiales impermeables.
  •          Puede ser usado en revoques exteriores.     



viernes, 9 de agosto de 2019

CÓMO REVOCAR UNA PARED, AISLACIÓN HIDRÓFUGA (II)


 La importancia de la continuidad en la aislación hidrófuga


Para que sea realmente efectiva, la aislación hidrófuga debe ser continua, no tener la más mínima interrupción, porque por allí permitiría el paso de la humedad hacia el interior de la edificación. Esto es relativamente fácil de conseguir, si se es medianamente cuidadoso, cuando se está haciendo un paño completo de aislación y revoque. Las dificultades suelen aparecer cuando se interrumpe, por cualquier motivo, el trabajo, y se lo continúa más adelante. O cuando se debe demoler algún sector de una construcción, afectando la aislación hidrófuga, para reconstruirla posteriormente. Es en esos casos cuando se debe prestar especial cuidado en solapar la aislación nueva con la ya existente.

 Aquí vas a encontrar más información sobre aislación hidrófuga

La aislación hidrófuga vertical y las fajas de revoque grueso


Un caso particular de la continuidad que debe haber en la aislación hidrófuga se da cuando se realiza un revoque grueso, con el auxilio de las fajas guía, sobre las cuales se va a deslizar la regla para cortar el material cargado.

Es en este paso de la realización de un revoque en el que aparece una situación a la que vas a tener que prestar especial atención. Vas a tener que hacer las fajas pero, también, proteger el ladrillo con la aislación hidrófuga vertical correspondiente. Y no podés hacer la aislación hidrófuga de toda la pared, y después las fajas, porque al momento de volver para hacer el revoque completo, con las fajas ya secas, también estaría seca la capa impermeable, lo que te complicaría la adherencia de la carga de la mezcla del revoque.

Entonces, vas a preparar las fajas para revocar pero, antes, vas a tener que hacer la capa aisladora impermeable que corresponde a esas fajas. Para eso tenés que hacer una franja o “faja” de aislación hidrófuga (del espesor que corresponda: 5 a 10 mm) sobre la que vas a hacer la faja propiamente dicha de mezcla de revoque grueso, de la manera habitual, tal como se muestra acá.

Para continuar el trabajo, una vez que las fajas hayan secado, y poder empalmar la aislación hidrófuga vertical de los paños con la fajas que dejaste preparadas, éstas tienen que haber quedado sobresaliendo de la faja de revoque grueso, tal como se ve en la figura 1.

Figura 1

De esta manera vas a poder solapar correctamente la nueva aislación con la que está debajo de la faja. Si en alguna zona el material de revoque hubiese tapado la parte que sobresale de aislación impermeable, vas a tener que retirarlo, picándolo sin miedo,  porque al ser el revoque un material con menor cantidad de cemento que el de la aislación impermeable,  se va  a desprender con facilidad.


A partir de este punto podés continuar con la realización de la aislación hidrófuga y el revoque grueso, cargando los dos materiales en forma simultánea para proteger a la capa aisladora. La manera correcta de hacer la aislación hidrófuga y el revoque grueso está descrita acá.   


sábado, 3 de agosto de 2019

CÓMO HACER UN REVOQUE GRUESO (VI), ÁNGULOS Y MOCHETAS


Cómo terminar las caras planas de un revoque grueso


Hacer un revoque grueso implica, además de cubrir con material la cara principal de la pared, darle una terminación adecuada a los ángulos, internos y externos, y a las mochetas, entendiendo por mocheta a todo canto de una pared que quede libre.

Cómo terminar los ángulos  que quedan en los encuentros de paredes


Cuando hablamos del revoque grueso de los ángulos de una pared estamos hablando de los ángulos, exteriores e interiores, que aparecen cuando dos paredes se encuentran, como los que se representan en la figura 1.

Figura 1

Ángulos interiores


Para terminar correctamente un ángulo interior entre paredes, del tipo A en la figura 1, es suficiente con realizar los revoques gruesos de las dos caras con cierto cuidado, trabajando con el fratacho de tal manera que, mientras estés terminando una  de las paredes, no estropees la otra. Si recién estás aprendiendo a revocar tal vez sea mejor terminar el revoque de una de las paredes, dejarlo que seque y continuar la otra al día siguiente. Pero como esto no siempre es posible, cuando tengas que revocar las dos paredes en el mismo día, para terminar el ángulo interno entre ellas, vas a tener que esperar a que el material de los paños tire y, entonces, con muy poco material y con un fratacho limpio y bien humedecido vas a ir completando con material donde haga falta y fratachando con suavidad, tratando de que el fratacho  llegue los más paralelo posible al ángulo. Normalmente, lo que rompe los ángulos internos entre revoques son las esquinas del fratacho, o las puntas de la regla.

Ángulos exteriores


Para hacer los ángulos salientes o exteriores que quedan formados por los encuentros entre paredes, como lo del tipo B de la figura 1, hay que valerse de elementos auxiliares que ayuden a contener el material y a darle una forma regular. Se usa para eso una regla ancha, o una tabla bien recta, de aproximadamente 10 centímetros, que se fija en la esquina que queda formada por las dos paredes, colocada de tal manera que quede alineada, y bien aplomada, con las fajas de la pared que vas a revocar. Tiene que quedar así como se ve en la figura 2.

Figura 2

De esa manera, a la vez que se consigue un borde muy prolijo para el  revoque grueso, también se tiene una guía más para deslizar la regla con la que vas a cortar el material que cargues. Gracias a  este otro uso adicional de la tabla, o regla-faja, hasta podrías evitarte hacer la faja más cercana. Figura 2.

Terminado el trabajo en la primera pared sólo hay que retirar la tabla, mientras todavía esté fresco el material, con mucho cuidado para no arrancarlo. Y repetir el mismo trabajo en la otra pared. Una vez terminado se retira la tabla, y vas a tener un canto casi perfecto. Podrá necesitar algún retoque menor, que conviene que hagas mientras el material todavía esté fresco, porque de esa manera el arreglo se une mejor y no se va a despegar.

Como hacer el revoque grueso en las mochetas


Para revocar una mocheta (canto de una pared a la que ya hayas revocado las dos caras) te vas a tener que ayudar con dos tablas, o reglas anchas, fijadas sobre las caras de la pared, tal como se ve en la figura 3.

Figura 3

Para que las mochetas queden correctamente hechas, esas tablas o reglas van a tener que quedar:

  • Fijadas firmemente, para que el trabajo con la regla o el fratacho no las mueva. La manera más práctica es usando grampas de hierro de construcción. Figura 3.
  • Alineadas entre sí, y en escuadra con respecto a los planos de la pared, como se ve en la figura 3.
  • Aplomadas, de manera que la superficie resultante  también conserve el plomo
  • Bien posicionadas, sobre todo si la mocheta debiera quedar a una determinada distancia de alguna otra parte de la obra.


Que el revoque grueso de una mocheta cumpla con estas cuatro condiciones, simultáneamente, no es imposible, pero requiere, de quien lo haga, una cierta práctica . Es habitual que al corregir cualquiera de esas condiciones (firmeza, alineación y escuadra, plomo y distancias) se modifiquen las demás, por lo que hay que armarse de tiempo y paciencia y, en la medida de lo posible,  conseguir un par de manos extras que nos ayuden.

Una vez que las reglas o tablas queden correctamente colocadas, se llena con mezcla, se pasa la regla y se termina con el fratacho, trabajo que, normalmente, lleva un tiempo mínimo comparado con el que puede llevar, a veces, la preparación del trabajo. Una vez que el material ya haya tirado, se retiran las tablas con mucho cuidado, golpeándolas suavemente y deslizándolas sobre el plano de la pared en la dirección opuesta, tal como se  ve en la figura 4, para no arrancar el material todavía fresco. Se retoca el canto del revoque donde fuese necesario.

Figura 4




jueves, 1 de agosto de 2019

CÓMO HACER UN REVOQUE GRUESO (V), DISTINTAS TERMINACIONES


¿Cómo terminar el revoque grueso?


Dependiendo de qué uso le vayas a dar al revoque grueso, lo podés terminar de diferentes maneras. El revoque grueso puede ser la base para un posterior revoque fino, puede ser la base para la colocación de un revestimiento (cerámico, plástico, de madera, de placas de yeso, etc.) o puede ser una terminación final en sí mismo. En este último caso se lo puede dejar rústico, o, con algo más de trabajo y materiales, fratachado, con una terminación similar al revoque fino.


Revoque grueso como base para el revoque fino


El revoque grueso que va a servir para hacerle un revoque fino encima es el  más común, y es el que menos trabajo de terminación necesita. Si te animás, ni siquiera necesita de mucho trabajo de fratacho. Prácticamente  con sólo cargarlo y cortarlo con la regla podría ser suficiente.

Si la terminación final que vas a hacer fuera un revoque fino tradicional, preparado con arena y cal aérea (tipo “milagro”), ayudaría que el revoque grueso se “peine”. “Peinar” un revoque grueso es pasarle una chapa con dientes triangulares que marque la superficie con pequeños surcos, lo que va a ayudar a que el revoque fino se agarre mejor. A la vez, “peinar” un revoque grueso, que sólo fue terminado con regla, le da un aspecto más parejo, de mejor acabado. Ese trabajo de “peinado” debe hacerse cuando el revoque haya tirado suficientemente.

Si el revoque fino que vas a aplicar fuera el que se compra preparado, en bolsa, listo para usar (con el sólo agregado de agua, y un poco de cemento si fuera para una pared exterior), no hace falta “peinarlo”, ya que se adhiere muy bien. Además el peinado crearía surcos que deberían llenarse con el material que, de por sí, es más costoso que el revoque fino tradicional preparado en obra.


Revoque grueso como base de revestimientos


Cuando sobre el revoque grueso se va a colocar algún revestimiento de otro material (en particular cerámicos o porcelanatos) conviene que esa base sea lo más pareja posible, porque cualquier punto del revoque que sobresalga provocaría que las baldosas también lo hagan, estropeando el trabajo. En este caso es más conveniente que la terminación final la hagas a fratacho, porque de esa manera vas a tener mejor control sobre el trabajo que haciéndolo solamente con la regla.

Tampoco se necesita pasar el peine, porque los pegamentos para cerámicos tienen mucho poder adhesivo y, además, los surcos que dejaría el peine podrían trabar el libre recorrido de la llana dentada con la que se nivela el pegamento.

Para otro tipo de revestimientos el revoque grueso puede ser más rústico, necesitando sólo, tal vez, aumentar un poco la cantidad de cemento en la mezcla, por si, para la colocación del revestimiento, se necesitara de la colocación de tarugos plásticos (Fischer) para la estructura, como en el caso de los revestimientos de placas de yeso, de piezas de madera o de placas de fibra reconstituidas.

Revoque grueso como terminación final de la pared


Cuando el revoque grueso va a quedar como terminación definitiva de la pared hay que hacer una diferencia entre un revoque económico, rústico, y otro fratachado y terminado a fieltro.
  •  El revoque grueso “rústico” se hace con el mismo material con el que se hacen los que van a recibir otros revestimientos posteriores. Simplemente, una vez cortado el material con la regla, se rellenan los huecos e irregularidades que pudieran haber quedado, con material algo más blando, fratachando con cierto cuidado para lograr el mejor aspecto final posible. Si bien es una terminación de bajo costo y de poco resultado higiénico o sanitario, se lo puede usar en galpones o paredes exteriores.
  • El revoque grueso que se conoce como “grueso fratachado” es, en realidad, un revoque intermedio entre el grueso y el fino. Se lo puede prepara con arena zarandeada, con lo cual va a quedar libre de piedras y otros restos que darían una terminación de menor calidad. A la vez, después de cortarlo con la regla y alisarlo con el fratacho de madera, podés pasarle otro con fieltro, o espuma de goma, ligeramente humedecido con agua de cal (aérea tipo milagro), con lo que vas a lograr una terminación muy similar a la del revoque fino, pero con menos gasto de materiales y mano de obra.


lunes, 29 de julio de 2019

CÓMO HACER UN REVOQUE GRUESO (IV), LOS PAÑOS


Proporciones de la mezcla para revoque grueso


Las proporción final de las mezclas suele depende, muchas veces, de la calidad de las arenas usadas en cada región, y de la calidad de los aglomerantes (cementos y cales). También del uso que se le va a dar al revoque e, inclusive, al gusto o costumbre de los albañiles.

Si sos un, o una, principiante en esto de revocar sería bueno que consultaras con quienes trabajan en tu región sobre las proporciones de las mezclas recomendadas, según los materiales que hay disponibles. Sin embargo, podemos decir que, para una arena de buena calidad, limpia y sin restos de materiales orgánicos, una proporción normal sería:

  •          De 3 a 4 partes de arena, dependiendo de lo gruesa o fina que sea
  •          1 parte de cal común
  •          De ¼ a ½ partes de cemento, dependiendo si es revoque interior o exterior
  •          Agua  limpia, en la cantidad necesaria


      Cómo hacer un revoque grueso


Para cargar un paño de revoque grueso entre fajas del mismo material hay que empezar por mojar la pared (ladrillos y fajas), en forma abundante si es una pared nueva, o muy poco si se tratara de paredes construidas hace un tiempo, que suelen hacerse más impermeables. Si las mojás demasiado el revoque no te va  a quedar pegado, y/o va a tardar en empezar a “tirar”, o sea a secar y endurecer, estirando los tiempos de trabajo.

Si en la pared hubiera encuentros de ladrillos con hormigón es necesario cubrir esas zonas con metal desplegado y concreto, para evitar rajaduras. Lo mismo que si hubiera canaletas y caños embutidos de diámetros importantes (de más de 2 ½ pulgadas, o 6 cm).

La carga del revoque grueso se debe hacer en capas de un espesor tal que cada capa pueda “tirar” bien antes de colocar la siguiente. Esto se puede hacer difícil en días fríos y con humedad ambiente elevada.  A veces, inclusive, se prefiere cargar una parte un día y esperar al siguiente para terminar el trabajo. Apurarse a cargar una pared puede hacer que el revoque grueso se recargue de humedad y termine despegándose, y cayendo. Y habrá que empezar el trabajo de nuevo, con la complicación de que ahora los ladrillos van a estar más húmedos, van a absorber menos, y el material va a “tirar” más tarde. 

A pesar de que mucha gente con experiencia recomiende comenzar a cargar el revoque sobre la pared desde arriba hacia abajo, para quien recién empieza es mejor empezar a practicar cargando desde abajo, para tener siempre un borde de material en que apoyar cada cucharada de mezcla que se coloque.

La mezcla que prepares cargala en un balde y desde ahí la vas a aplicar con la cuchara de albañil sobre la pared. Cuanta menos práctica tengas menos cantidad de mezcla conviene que cargues con la cuchara. Cuchara que, además, tendrá que estar en buenas condiciones, sin óxido ni restos de materiales endurecidos, para que la mezcla se deslice sobre ella con facilidad.

Cómo empezar a revocar si no se tiene experiencia


Si estás haciendo tu primer revoque grueso, y ya hiciste las fajas, hay algunas otras recomendaciones más que podemos agregar:

  • Cargá un poca mezcla con una cuchara limpia de material, colocándola sobre un borde y un poco hacia adelante, como se muestra en la figura 1

figura 1
  • Con la muñeca floja llevá el brazo hacia la pared con un movimiento suave y, a último momento, terminalo con un giro más rápido de la muñeca de abajo hacia arriba, para que la mezcla salga proyectada hacia la pared.


  • De esa manera vas a ir cubriendo, siempre cargando poco la cuchara, franjas horizontales de material hasta cubrir el paño que quieras trabajar. Ver figura 2. Con la práctica que vayas adquiriendo vas a poder trabajar con cucharadas más cargadas.


figura 2

  • Una vez cubierta la zona pasá la regla por las fajas deslizándola  de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, mientras vas subiendo de a poco, tal como se muestra en la figura 3. De esa manera vas a ir cortando (retirando) el material que pueda sobresalir del plano de las fajas. Hacelo aunque estés cargando la primera capa porque siempre puede haber alguna zona que cargue poco, y te sobre material, y si no lo sacás en ese momento se va a empezar a secar, y te va a ser más difícil cortarlo en la siguiente capa.


figura 3

  • Así andá cargando capas finas de mezcla, y pasando la regla hasta que te quede más de la mitad de la superficie con marcas de la regla, es decir, ya al mismo nivel de las fajas.


  • Para las zonas que todavía queden bajas con respecto a las fajas, ablandá un poco de material y andá rellenando con él, ayudándote con la regla, o si te resulta más cómodo, con un fratacho. No buscamos que quede una superficie demasiado lisa. Simplemente, ni tiene que sobresalir material de las fajas, ni tienen que quedar zonas en las que falte. Muchos albañiles profesionales prefieren hacer el revoque grueso sólo cortándolo con la regla (para hacer más rápido), pero, para quien recién se inicia, puede ser más cómodo ayudarse con un fratacho en la parte final del trabajo.


  • En las partes más difíciles (en los encuentros de paredes, en el encuentro de pared con cielorraso, o contra las carpinterías, es preferible usar la cuchara con muy poco material en la punta, y aprender a lanzarlo sólo con un movimiento de muñeca, lo que a veces se hace, inclusive, por sobre la cabeza (esto último, para más adelante!!!)




lunes, 22 de julio de 2019

CÓMO HACER UN REVOQUE GRUESO (III), LAS FAJAS


La importancia de las fajas en el revoque grueso



Una vez analizada la pared, y colocados los hilos que representan al futuro revoque grueso, se hace necesario algún método de trabajo que nos asegure que el material colocado sobre la pared quede plano, y a nivel con los hilos del replanteo.


La manera de hacerlo es cargar la mezcla y aplanarla, sacando el sobrante con una regla. A esto se lo llama “cortar” el material. Pero para poder cortar el material, y que quede como dijimos más arriba, la regla tiene que correr sobre alguna guía que coincida con los hilos colocados. En realidad son dos las guías que se usan, y son lo que denominamos “fajas”. Ver figura 1 a.

 En general las fajas se hacen del mismo material con el que se va a revocar, aunque no habría problema en que fueran de un material diferente, siempre y cuando se las retire al terminar el trabajo. Un elemento bastante usado para esto es el caño de luz, de acero, de ¾” o 19 mm, fijado con cucharadas de concreto. Pero es útil sólo para revoques de más de 2 cm, y de un espesor más o menos parejo. La faja de material nos permite hacerla de 1 cm en un lado, o de 2 ó 3 cm en otro, sin problemas. El caño de luz, al ser rígido, no lo permitiría. Por eso en revoques gruesos no se los usa tanto como en carpetas de piso, dónde los espesores son mayores y hay más espacio para colocarlos.

Las fajas de material tienen que endurecer para que el trabajo con la regla no las desgaste, por eso se las suele dejar fraguar de un día para el otro. Una faja desgastada por el deslizamiento apresurado de la regla va a dar revoques gruesos imperfectos.

Cómo preparamos las fajas


Así como para hacer el revoque grueso necesitamos guías sobre las que hacer correr la regla, también para hacer una faja necesitamos alguna guía para que nos quede de acuerdo a los hilos que colocamos. Esas guías son lo que en la obra se denominan “bulines”, y son puntos fijos sobre los que deslizar la regla para cortar las fajas. Se los prepara amurando una plaquita de algún material duro, que no se desgaste fácilmente, fijadas con el mismo material del revoque al nivel de los hilos que usamos para replantear el revoque grueso.

Resumiendo lo dicho hasta acá, para poder hacer un revoque grueso, y que su cara o filo quede en la posición que nosotros decidimos, tenés que:

  1. Colocar hilos, perfectamente alineados y aplomados, que represente la cara terminada de ese revoque grueso que se va a hacer. Ese trabajo se muestra acá
  2. Amurar bulines, tomando como referencia los hilos, con el mismo material del revoque
  3. Cargar, cortar y fratachar las fajas, usando como referencia los bulines para deslizar la regla



Cómo se amuran los bulines


El primer paso para amura los bulines es decidir dónde queremos ubicar las fajas. De esto va a depender el tamaño de cada paño de revoque grueso que vayas a hacer, y es algo que también depende de las medidas de la pared. Se suele recomendar alguna medida fija cómo ideal para la separación entre fajas: 1,20 m ó 1,30 m ó menos de 1,50 metros, etc. Si recién estás empezando en este tipo de trabajo te convendría: primero, no hacer fajas muy anchas, como para que te sea más fácil practicar (de 1 metro de ancho, p. ej. aunque por eso tengas que hacer alguna faja de más) y segundo, y más importante, ver qué regla podés conseguir para así poder hacer las fajas de acuerdo a la regla que tengas. Las reglas tienen que estar derechas, en buen estado, porque de eso va a depender la calidad del revoque grueso. Pueden ser de madera (dura), de perfil de aluminio, o caño estructural de hierro, pero tiene que estar en buenas condiciones. Y no siempre son fáciles de conseguir. Así que primero la regla y después vemos la separación entre fajas.

Como la regla tiene que deslizarse hacia uno y otro lado, mientras la llevamos hacia arriba cortando la mezcla, tiene que quedar un cierto espacio a los costados de las fajas para que la regla no golpee contra algo. Por eso conviene colocar dos fajas a 25 o 30 centímetros de cada extremo de la pared, y dividir la superficie de la pared que queda en paños que puedas cortar con la regla que hayas conseguido. Tenés que tener en cuenta que tu regla tiene que ser 30 o 40 centímetros más larga que la separación entre fajas, para que al deslizarlas sobre las fajas, hacia uno y otro lado, no se “caiga” de ellas. Ver figura 2.


Figura 2


Habiendo decidido dónde van a ir las fajas vas a colocar los bulines, alineados según el hilo de la parte de arriba de la pared, pegados con una cucharada de mezcla de revoque. Los bulines pueden ser pedazos de azulejo o cerámica, de madera de poco espesor y dura, para que no la afecte la humedad, o de restos de ladrillos hueco, a los que podrías raspar sobre alguna superficie de hormigón, o concreto, para emparejarlos, si hiciera falta.
Una vez colocados los bulines  según el hilo de arriba, vas a colocar de la misma manera los de abajo, usando,además, la plomada para verificar que estén alineados con los de arriba. A veces los hilos se pueden mover, llevándonos a un error. ver figura 1 b.

Cómo se llenan las fajas


Colocados los bulines, y una vez que estén firmes, se comienza a cargar las fajas con el material del revoque grueso. La característica más notable del revoque grueso en general es su gran espesor, comparado con las otras capas de terminación de paredes. Ese espesor importante hace que el endurecimiento, o “fragüe”, del material necesite de un cierto tiempo. Si no se respeta ese tiempo la mezcla se va sobrecargando de humedad, y termina desprendiéndose y cayendo. Esto pasa, sobre todo, en días de mucha humedad en el aire, y, más todavía si la pared es de ladrillos huecos.

Por eso conviene ir cargando las fajas con capas más o menos finas, dándoles tiempo para que vaya “tirando”, esto es comenzar a secar y fraguar, antes de cargar la siguiente capa. Es por eso que conviene ir trabajando en varias fajas al mismo tiempo. Ir cargándolas con capas, una a una, avanzando en todas hasta la anteúltima capa, para sólo después terminarlas individualmente. De manera que, además, si te faltara tiempo para terminar alguna, la pudieras terminar rápidamente cuando vuelvas a trabajar.

Para hacer las fajas se va cargando la mezcla, en las primeras capas, con la cuchara, aplastándola bien para que quede pegada a la pared. Y sólo en las últimas se va “regleando”, o sea cortando lo que sobra, deslizando la regla hacia arriba y abajo sobre los bulines, a la vez que se va avanzando lentamente hacia alguno de los lados, derecha o izquierda, según sea más cómodo.

Cuando ya la superficie de la faja está bastante pareja, la última capa se va terminando con el fratacho, cuidando que no queden puntos bajos ni salientes que sobresalgan, donde la regla se pueda trabar al hacer el revoque. Una vez que las fajas estén suficientemente duras se puede empezar a revocar.

Aquí hay más información sobre revoques gruesos