“¿Qué?
¿Vamos a revocar sin mezcla?”
Revestimiento de paredes con placas de yeso
Si
tenés una pared, (o una habitación o una casa), con los ladrillos todavía desnudos, a la vista, existe la manera de darles una terminación, rápida y de la mejor
calidad, gracias a la que podrías estar barriendo la obra, y pintando, al tercer
día de empezado el trabajo.
Compará esto con lo que se tardaría, en la obra
tradicional, para hacer el mismo trabajo con materiales y mezclas húmedas. Ni hablar
del desorden, el ruido, las molestias y la limpieza final. Sabés de qué hablo.
Se trata
de revestir las paredes con placas de yeso muy similares a las que se usan para
hacer paredes o cielorrasos suspendidos sobre estructuras de perfiles metálicos.
En este caso son un poco más largas (2,60 metros) para cubrir con una sola
placa la altura de una pared común. Se las pega a la pared con un adhesivo especialmente
preparado para ese fin.
Para este tipo de trabajo los únicos materiales que vas a usar son:
- placas para revoque seco,
- adhesivo para revoque seco
- cinta de papel microperforado
- masilla
Y las herramientas
que vas a necesitar algo para medir, un nivel y/o una plomada (lo que te
resulte más cómodo), un cutter o trincheta, un martillo de goma, espátulas de
15 y de 25 o 30 cm, y una regla de, más o menos, 2 metros de largo.
Y con
estos pocos elementos, y alguien que te dé una mano, podés empezar a colocar
un día y estar pintando al tercer día.