¿Qué es recuadrar en albañilería?
Recuadrar,
cuando hablamos de revoques, es cubrir una mampostería (por ejemplo el canto de
una pared), o un elemento de hormigón (por ejemplo una columna), con revoque
grueso de manera tal que el resultado final presente caras perfectamente “a plomo”,
esquinas entrantes y salientes en ángulo recto, lo mismo que el ángulo con
respecto a otras partes de la construcción, superficies horizontales “a nivel”,
y cantos bien definidos.
Aquí, vas a encontrar más información sobre revoques gruesos
Recuadrando dinteles
Cuando
se levanta una pared de ladrillos y se revocan sus caras (con grueso) los
bordes libres suelen quedar tal como se muestran en la figura 1, en la que está representada una pared que tiene una
abertura, probablemente una futura puerta.
Allí se
ve como el albañil hizo el revoque grueso dejando los últimos centímetros de ladrillo
sin cubrir. Recubrir (recuadrar) los
costados de la abertura (jambas) y la parte superior (dintel) es trabajo de un
paso posterior de la obra. En la figura
2 se muestra un detalle de la zona en cuestión.
Recuadrar
un dintel suele ser una tarea que complica a quien recién se inicia en la
albañilería. En parte porque hay que revocar “para arriba”, en parte porque no
se sabe cómo darle la forma correcta, etc. A continuación se van a sugerir los
pasos a seguir para que el trabajo no sea tan engorroso.
Paso 1: Colocación de tablas
Si el
problema es definir cual debe ser la forma final del dintel, la mejor forma es
representarla con dos tablas, las que, a la vez que van a asegurar que se tenga el
nivel que se decida, contenga el material para éste que no “se escape”. Dichas
tablas se pueden sostener con grampas o
ganchos, de construcción casera, de hierro de obra, cuya dureza garantiza
que sean lo suficientemente elásticas para que puedan soportar el peso de las tablas. Esta
disposición se muestra en la figura 3.
Las tablas se colocan en una posición aproximada y se las va nivelando, primero
por separado y después entre sí. Lo ideal es usar un nivel de manguera, aunque
un nivel de mano, que esté en buenas condiciones, podría usarse para aberturas
no demasiado grandes.
Paso 2: Relleno de las esquinas
Una vez fijadas y niveladas las tablas en su posición correcta hay que tener cuidado para que un
movimiento brusco accidental no las mueva. Esto le suele pasar aun a los más
experimentados. Por eso, para asegurar las tablas, es conveniente,como primera medida, rellenar las
esquinas, tal como se muestra en la figura
4.
De esa
manera, además, se asegura la unión del material de revoque fresco (en amarillo) con el
material ya seco de la pared (en gris). El procedimiento sugerido es:
- Mojar la zona con agua, usando una brocha o un rociador;
- Cargar material sobre la cara de un fratacho, para usarlo como bandeja;
- En el revés de una cuchara pequeña, o un cucharín (se diferencian por
el ángulo de la hoja con respecto al mango) se cargan pequeñas cantidades de
material y se lo va colocando, no arrojando, en la zona de los ángulos. Se lo
descarga cortando contra el borde de la madera de las tablas. Ver figura 6;
- Una vez terminado el relleno de las esquinas conviene dejar unos minutos
el material para que la pared absorba su agua y asegure una buena adherencia.
Paso 3: Relleno final de la cara del dintel
Cuando ya el material de las esquinas esté comenzando a “tirar”, esto
es a perder el brillo de la humedad y a comenzar el endurecimiento, se continua
la carga del revoque. Para empezar, hay que preparar una pequeña cantidad de concreto
(1:3) bastante líquido (lechada) y arrojarlo en pequeñas cantidades, con
fuerza, hacia el ladrillo desnudo. Esto va a asegurar un fino “puente de adherencia”
entre el revoque grueso y los ladrillos. A continuación, con el borde de la cuchara, y
en muy pequeñas cantidades, se puede ir arrojando la mezcla de revoque, con cierta
fuerza pero con la muñeca suelta, a su posición final. Siempre conviene
comenzar a colocar material contra los rellenos de las esquinas del paso
anterior, porque es la zona que más rápido va a absorber el agua del material
nuevo. Que el material nuevo empiece a tirar lo más rápido posible es el
secreto del trabajo de revocar y recuadrar un dintel. Este es una tarea de
paciencia, al que no se la puede apurar. Hay que ir cargando capas finas de
material y darle tiempo que “tire” antes de continuar. De otra manera la
humedad de la capa nueva va a ablandar la capa anterior y todo el trabajo se
puede desmoronar. Con el agravante que cuando se quiera volver a colocar el
material los ladrillos ya hayan absorbido demasiada agua y no soporten más. Y habrá que dejar pasar un tiempo para que sequen. Por
eso revocar dinteles no es un trabajo para ansiosos. El objetivo final es el que se
muestra en la figura 5.
Quien no se anime a colocar el material arrojándolo con el borde de
una cuchara puede recurrir al cucharín y colocarlo “manualmente”. Es decir
apoyando el material contra el dintel y deslizando el cucharín para descargarlo. Ver
la figura 6. Como en el paso 2.
Es un trabajo más tedioso, pero
más seguro para un principiante. Siempre dándole el tiempo de secado entre
capas. Cuando se anda manipulando el material ya colocado es más probable que
tienda a desprenderse, si todavía está fresco. Por eso se prefiere arrojarlo con la cuchara, y no tocarlo. Pero para eso hace falta una cierta práctica.
Paso 4: Retiro de las tablas
El paso final, después de usar los cantos para apoyar el fratacho y
darle una terminación al revoque del dintel, es retirar las tablas. Esto debe hacerse
enseguida de terminado el trabajo, sin permitir que el material seque demasiado, porque las tablas podrían arrastrar el material de los cantos. Mientras se
sostienen las tablas en su posición se retira con cuidado las grampas, y se
golpean suavemente las maderas, obligándolas a que se deslicen hacia arriba, de manera de no tirar
del material todavía fresco, que podría despegarse. Retirar las tablas es
una tarea ideal para realizar entre dos personas. Así es más seguro que no se
desprenda el material.
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