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domingo, 8 de noviembre de 2020

EL MINITORNO (II): SU USO COMO FRESADORA

Definiciones

 

Fresar (en algunos manuales de usuario figura el término Burilar) es trabajar con el minitorno, con el accesorio fresa colocado, contra un material relativamente blando (típicamente madera) para transferirle su forma, tal como se muestra en las figuras 1 y 2. En este caso, a título informativo, se muestran fresas usadas en máquinas herramientas tipo router.

 



Figura 1



Figura 2

 

La fresa tiene bordes de material duro, afilados, que al girar a alta velocidad en el minitorno, van quitando el material necesario para que se vaya conformando una moldura.

 

Uso del minitorno como fresadora

 

El minitorno puede usarse como fresadora, con los diferentes modelos de fresa que se pueden conseguir en los comercios, de diferentes maneras:

  •          De manera totalmente manual, a pulso. No es la manera más cómoda de trabajar, y sólo algunas de las fresas, por su forma, se prestan para ese uso. El resultado que se va a obtener va a ser bastante rústico.
  •          Usando el eje flexible, tal como se describió acá. Es una manera de usar el minitorno  similar a la anterior, pero al estar la máquina colgada y operando sólo con el extremo del eje flexible, el trabajo puede ser más cómodo y algo más preciso. De cualquier manera los resultados también van a ser rústicos, dependiendo, básicamente, de la habilidad de la mano, y aptos para trabajos que no exijan mayor exactitud.
  •          Usando el accesorio para fresar que provee el fabricante, que convierte al minitorno en un pequeño router o rebajadora (figura 3), y que permite ser manejado con ambas manos, ya sea sobre superficies planas o contra los bordes del material. Ver figura 4. De esta manera se puede trabajar sobre la superficie del material libremente, como si se dibujara a mano alzada; o se pueden lograr fresados rectos, apoyando la maquina contra una regla o guía; o se pueden hacer fresados circulares con el agregado de un accesorio que sujete la máquina y que represente el radio de la curva buscada, o se puede fresar con plantillasY también se pueden trabajar los cantos del material para lograr los bordes rectos o las molduras que las fresas permitan. Inclusive con algo de práctica se pueden conseguir molduras más complejas combinando fresas.


Figura 3




Figura 4

  •          Usando las bases, que también proveen los fabricantes, que convierten al minitorno en una mesa de fresar. Ver figura 5. En este caso, a diferencia del anterior, el minitorno y la fresa van a quedar fijos, y el operador tendrá que acercar el material a la herramienta. En este caso se suele apoyar el material contra una guía (convenientemente ajustada) y se va acercando el material a la fresa para que ésta haga su trabajo. Ver figura 6. Es un trabajo algo más riesgoso que con el accesorio anterior, pero muy útil y cómodo cuando hay que repetir una serie de piezas que deban quedar iguales.

Figura 5





 Figura 6

 

Fresadora casera

 

Obviamente los accesorios que se pueden comprar para convertir un minitorno en una fresadora tienen un cierto costo, que a veces no conviene, o no se puede, pagar. Además de que la base comprada, que la convierte en un pequeño router, es de tamaño bastante reducido. Por eso, tal vez sea más práctico improvisar una mesa casera que permita hacer los mismos trabajos sin invertir tanto dinero, y trabajar, además, piezas más grandes. Básicamente, lo que se necesita es una superficie plana, puede ser un tablero de melamina o un terciado fenólico, al cual habrá que practicar un agujero por donde pueda asomar la fresa de la máquina. Ver figura 7. Por debajo habrá que ingeniárselas para sostener de alguna manera el minitorno perfectamente fijo y vertical. Y sobre la superficie del tablero se dispondrá de una regla que servirá de guía para apoyar el material. Esta guía podrá fijarse con prensas por sus extremos, con tornillos al tablero, o simplemente con clavitos. En la figura 7 se muestra un dibujo, en corte, que muestra la disposición de los elementos. A medida que la madera avanza, apoyada contra la guía, la fresa va cortando y copiando su forma.

 



 Figura 7


En la figura 8, en una vista superior, se ve la disposición de los elementos y como la madera va avanzando contra la fresa. La regla-guía tiene que fijarse en la posición exacta para que el material pase ajustadamente  pero que no se trabe, porque podría causar un daño a la máquina, y hasta algún accidente menor. Por eso siempre hay que trabajar con las medidas de seguridad mínimas necesarias. En especial la protección para los ojos que, sin excepción, deberá usarse cuando se trabaja con máquinas herramientas que quitan material a gran velocidad.

 



Figura 8

 

Para fijar el minitorno a la mesa habrá que utilizar el ingenio, y los elementos que se tenga a mano. En la figura 9 se muestra una mesa de fresado casera, pero bastante sofisticada. 


Figura 9


Tal vez sin llegar a ese nivel se pueda hacer algo parecido con los soportes que se venden a precios relativamente accesibles, y que pueden cumplir la misma función. Ver figuras 10 y 11.


Figura 10



Figura 11

 

Fresando con plantillas

 

Una de las maneras más ingeniosas es usar una fresadora, sea un router o un minitorno, como en este caso, para conseguir formas complejas repetidas y bien terminadas. Algunas de las fresas disponibles para minitornos son del tipo fresas copiadoras. Son las fresas que  tienen en su parte superior un eje que puede ir apoyado, cuando la máquina está trabajando, contra cualquier superficie y copiar su forma. Ver gráfico siguiente: 

Fresas para minitorno



Éstas son algunas de las fresas disponibles para minitornos. Aquellas identificadas con los números 612, 615 y 618 son fresas copiadoras


De esta manera, si se necesitara repetir una gran cantidad de piezas de una misma forma y tamaño, y bien terminadas, sólo habrá que preparar una plantilla en una placa fina (el MDF de 3 o 5,5mm es ideal) con la forma buscada, y usarla de “molde” para repetir infinita cantidad de veces el mismo producto. Sólo habrá que cortar el material un poco más grande que el molde (no más de 1 mm) con alguna caladora, de manera aproximada. Después se fija la plantilla sobre el material, cuidando que el sobrante se vea en todo el perímetro, y se procede a fresar. Tal como se ve en la figura 12 el eje apoya contra la plantilla (de color verde), y avanza copiando su forma en el material (de color naranja).

 



Figura 12

 

De esta manera se logran innumerables copias exactas de un solo “molde”. El “molde” o plantilla se puede preparar a mano, cortando con sierra de calar y lijando perfectamente, pero es un trabajo tedioso y, a veces, el resultado no es el ideal. Conviene más recurrir a alguien que corte placas de MDF con una cortadora láser para que confeccione la plantilla. De esa manera, inclusive, se pueden diseñar varios modelos de plantilla, en la pantalla de la computadora, y mandar a cortar la que más nos agrade. Y que puede ser mucho más elaborada y compleja que si la realizáramos manualmente.

 

Plantillas de copiado, interiores o exteriores?

 

Las plantillas de copiado pueden utilizarse para fresar los bordes exteriores de un material, pero también figuras caladas interiores. Para ambos casos las fresas copiadoras son adecuadas. Simplemente, en el caso de los fresados de bordes, tal como se muestra en la figura 13, la plantilla deberá tener exactamente el mismo tamaño que la pieza, y va fijada en el interior del recorrido de la fresa.

 


Figura 13

 

La plantilla se fija al material con clavitos, o con cinta adhesiva de doble contacto si se quiere proteger la terminación de la superficie, y la fresa va a ir copiando su forma, tal como se vio en la figura 12

 

Cuando se trate de fresar un calado interior, la plantilla copiadora deberá ser exterior a la zona de trabajo, pero en este caso no necesita tener el mismo tamaño de la pieza terminada. Alcanza con que supere un cierto ancho mínimo, como para poder fijarla, sin que se deforme o rompa. Es lo que se muestra en la figura 14.



Figura 14

 

De cualquier manera, a veces se prefiere que estas plantillas sean de la misma medida que la pieza terminada, porque de esa manera es más fácil centrarla en su posición. Además de que se la puede usar para marcar la línea por donde hacer el calado inicial (dejando siempre el milímetro de más para que la fresa “coma”). Sea cual sea el tamaño de la plantilla, el trabajo es como se muestra en la figura 15.



Figura 15

 

 

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