Para
arreglar pequeñas imperfecciones en las maderas se puede recurrir a las
masillas comerciales que se venden preparadas para carpintería. Pero si uno no
trabaja muy seguido con madera, comprar un envase, aún el más chico, puede ser
un gasto innecesario. Sobre todo porque las masillas tienden a secarse con el
tiempo y no siempre es posible volver a ablandarlas.
Las
masillas caseras
Hay
varias maneras de preparar masillas en forma casera. Vamos a describir acá
aquellas para las que se usan componentes fáciles de conseguir. Las que se
pueden hacer con elementos que siempre suele haber en la casa de quien suele
ocuparse de hacer trabajos de mantenimiento básicos. Se trata de preparar una
masilla que sea fácil de preparar, de colocar y, una vez seca, fácil de lijar y
preparar para el acabado final.
Las
masillas caseras para madera se preparan, en general, a partir de partículas de
la misma madera que se quiere reparar. Se puede usar el polvillo que queda del
lijado, o aserrín fino producto del aserrado de la madera.
Cola de
carpintero + polvillo de madera
Una
mezcla tradicional es la de cola blanca de carpintero y polvillo de madera. Da
como resultado una masilla de gran adherencia pero que resulta demasiado fuerte
y dura a la hora de tener que lijarla. Por eso es preferible usar mezcla de
cola de carpintero con aserrín, e inclusive con viruta de madera fina, sólo para
rellenar huecos profundos pero sin llegar hasta la superficie, para no “ensuciarla” (suele quedar manchada y a veces el lijado no
lo corrige). La última capa conviene hacerla
con una mezcla más liviana, como la que vamos a recomendar a continuación
Cola de
carpintero + enduido + polvillo
Esta
masilla es algo menos fuerte que la anterior pero que tiene como ventaja que es
mucho más fácil de lijar. A mano o con lijadora, unas pocas pasadas de lija
grano 120, y terminación con grano 280, dejan una superficie lisa y suave. Y no empasta las lijas.
Se
prepara, en principio, poniendo partes iguales de cola blanca de carpintero y
de enduido plástico para paredes, se las mezcla y se va agregando polvillo de
madera hasta obtener una pasta que sea fácil de aplicar y alisar con espátula.
Si se
necesita un poco más de dureza se puede agregar más cola y menos enduido,
regulando la pasta con el agregado de polvillo. Si la mezcla quedara demasiado espesa se la ablanda con unas gotas
de agua.
Esta es
una masilla que, por su bajo costo, no se justifica guardar (en caso de que
sobrara). De cualquier manera si se necesitara dejar para un uso posterior se
la puede guardar en un envase bien cerrado, ablandándola con agua a la hora de volver a usarla, si se hubiese
espesado.
Laca o
barniz cristal + polvillo
Para reparaciones
menores en maderas que vayan a ser lustradas con productos transparentes se
puede reemplazar la cola blanca de carpintero por algún producto para lustre,
ya que resultado final va a quedar más transparente
que con la cola.
Recomendación
final
Al aplicar
masillas, ya sean comerciales o caseras, hay que cuidar que no queden restos de
polvillo en las zonas a reparar. Para una mejor adherencia se recomienda una
buena limpieza y, si es posible aplicar un poco del componente con el cual está
preparada la masilla, en forma líquida, ya sea cola, laca, barniz, etc. a
manera de imprimación.
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