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jueves, 23 de enero de 2020

CÓMO RELLENAR MADERAS CON MASILLAS CASERAS



Para arreglar pequeñas imperfecciones en las maderas se puede recurrir a las masillas comerciales que se venden preparadas para carpintería. Pero si uno no trabaja muy seguido con madera, comprar un envase, aún el más chico, puede ser un gasto innecesario. Sobre todo porque las masillas tienden a secarse con el tiempo y no siempre es posible volver a ablandarlas.

Las masillas caseras

Hay varias maneras de preparar masillas en forma casera. Vamos a describir acá aquellas para las que se usan componentes fáciles de conseguir. Las que se pueden hacer con elementos que siempre suele haber en la casa de quien suele ocuparse de hacer trabajos de mantenimiento básicos. Se trata de preparar una masilla que sea fácil de preparar, de colocar y, una vez seca, fácil de lijar y preparar para el acabado final.

Las masillas caseras para madera se preparan, en general, a partir de partículas de la misma madera que se quiere reparar. Se puede usar el polvillo que queda del lijado, o aserrín fino producto del aserrado de la madera.

Cola de carpintero + polvillo de madera

Una mezcla tradicional es la de cola blanca de carpintero y polvillo de madera. Da como resultado una masilla de gran adherencia pero que resulta demasiado fuerte y dura a la hora de tener que lijarla. Por eso es preferible usar mezcla de cola de carpintero con aserrín, e inclusive con viruta de madera fina, sólo para rellenar huecos profundos pero sin llegar hasta la superficie, para no “ensuciarla” (suele quedar manchada y a veces el lijado no lo corrige). La última capa conviene hacerla  con una mezcla más liviana, como la que vamos a recomendar a continuación

Cola de carpintero + enduido + polvillo

Esta masilla es algo menos fuerte que la anterior pero que tiene como ventaja que es mucho más fácil de lijar. A mano o con lijadora, unas pocas pasadas de lija grano 120, y terminación con grano 280, dejan una superficie lisa y suave. Y no empasta las lijas.
Se prepara, en principio, poniendo partes iguales de cola blanca de carpintero y de enduido plástico para paredes, se las mezcla y se va agregando polvillo de madera hasta obtener una pasta que sea fácil de aplicar y alisar con espátula.
Si se necesita un poco más de dureza se puede agregar más cola y menos enduido, regulando la pasta con el agregado de polvillo. Si la mezcla quedara  demasiado espesa se la ablanda con unas gotas de agua.
Esta es una masilla que, por su bajo costo, no se justifica guardar (en caso de que sobrara). De cualquier manera si se necesitara dejar para un uso posterior se la puede guardar en un envase bien cerrado, ablandándola con agua a la hora de volver a usarla, si se hubiese espesado.

Laca o barniz cristal + polvillo

Para reparaciones menores en maderas que vayan a ser lustradas con productos transparentes se puede reemplazar la cola blanca de carpintero por algún producto para lustre, ya que resultado final va  a quedar más transparente que con la cola.

Recomendación final

Al aplicar masillas, ya sean comerciales o caseras, hay que cuidar que no queden restos de polvillo en las zonas a reparar. Para una mejor adherencia se recomienda una buena limpieza y, si es posible aplicar un poco del componente con el cual está preparada la masilla, en forma líquida, ya sea cola, laca, barniz, etc. a manera de imprimación. 



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