Introducción
A partir de las nociones generales sobre replanteo de obra que
aparecieron en Caballetes (I), vamos a ver qué pasos hay que seguir para poder
levantar una pared en su posición correcta, requisito indispensable para que
toda la obra posterior se realice de acuerdo a las reglas del arte de la
albañilería.
Los caballetes individuales, o el “corralito” perimetral, son
estructuras auxiliares que nos permiten ubicar y escuadrar, rápida y
cómodamente, las paredes de una obra.
El replanteo de una obra
Para poder colocar los caballetes en su posición hay que partir de
algún dibujo o plano en el que se relacione lo nuevo a construir con algunos
puntos fijos existentes en el terreno. Para eso tendrán que figurar allí las
distancias que deban tener las paredes con respecto a medianeras, otras paredes,
líneas divisorias de lotes, línea municipal de vereda, etc.
Ejemplo simple pero habitual de replanteo
Vamos a considerar un caso sencillo, pero muy común, para replantear: un terreno
rectangular, con medianeras bien definidas, ángulos rectos con respecto a la
calle y vereda, y razonablemente nivelado. Y un proyecto de paredes en escuadra entre sí. Una situación muy básica que puede
ser como la que muestra el plano de la figura 1.
Figura 1
Para buscar la posición aproximada de los caballetes conviene partir
de las líneas imaginarias que pasan por el “medio” de las paredes. Es lo que en
los planos de construcción se conocen como ejes de paredes. A estos ejes de paredes hay
que hacerlos coincidir con la parte media de los travesaños horizontales de los
caballetes.
Para ubicar y clavar los caballetes en su posición conviene seguir
los siguientes pasos:
- Marcar, provisoriamente, sobre el suelo las líneas que representan a
los ejes de las paredes. Esto se puede hacer pintando con una brocha con agua
y cal espesa, o con pintura en aerosol, o marcándolos con hilos, o con un
reguero de arena (un “caminito” de arena). También se puede, si ya los hubiera
en la obra, representar los ejes con líneas de ladrillos, que, además de
permitirnos poner los caballetes, posibilitarían “ir viendo” la construcción en
sus dimensiones y ubicación en el terreno. De esta manera se podrían hacer
algunas correcciones de último momento.
- Colocar los caballetes, de acuerdo a esas líneas provisorias, en su posición,
tal como se muestra en la figura 2. Se
comienza por clavar las estacas verticales de manera tal que no interfieran en
las tareas de excavación, y alejadas del borde de las zanjas para que un
desmoronamiento ocasional no las afecte. Una distancia mínima de 60 centímetros del
límite de la excavación suele ser suficiente.
Figura 2
- Nivelar los caballetes, entre sí, es siempre necesario para que las
medidas que se tomen sean lo más exactas posibles. Para ello los travesaños horizontales
deberán estar todos a una misma altura. En un terreno aceptablemente nivelado alcanza
con que los caballetes estén entre 20 y 40 cm por sobre el terreno natural. Para nivelar se
coloca una estaca al lado de cada caballete y, usando un nivel de manguera, se
marca un nivel predeterminado, que puede ser cualquiera, y que deberá ser el
mismo para todas las posiciones. A partir de esas marcas se mide hacia abajo una
misma medida hasta el travesaño, tal como se muestra en la figura 3.
Figura 3
Replanteando sobre los caballetes
Colocados y nivelados los caballetes, se procede al replanteo
definitivo de las paredes con sus excavaciones y cimientos
correspondientes. Sobre cada travesaño se puede volver a marcar los ejes de las
paredes, o directamente los bordes o filos de zanjas, zapatas, columnas, muros,
etc. Hay un ejemplo de caballete en la figura
4.
Figura 4
Replantear, tomándose todo su tiempo
Realizar estas mediciones y marcas con cuidado es fundamental, no sólo
para el replanteo de las paredes en sí, sino también para el resultado final de toda
la obra, ya que cualquier error que se cometa en esta etapa se va a ver
reflejado en otros aspectos del producto terminado. Falsas escuadras en los
pisos, cortes innecesarios en las cubiertas de los techos, muebles de cocina
que no calcen en su posición ideal, bañeras que no caben dónde fueron
diseñadas, escaleras que son un dolor de cabeza para los carpinteros son detalles
en los que se ve la calidad, o la falta de ella, de una construcción.
El replanteo inicial de una obra es una etapa de los trabajos que suele
hacerse entre los pastos, o pisando barro, y a veces parece que tomarse demasiado
tiempo para marcar la excavación de una zanja sea innecesario. Pero si esta parte se hace mal
difícilmente se puedan corregir los problemas en etapas posteriores de la construcción.
Recapitulando
Conviene:
- Ser consciente de la importancia de la exactitud en los trabajos de
replanteo
- Comenzar “dibujando” los ejes de las paredes, sobre el suelo
- Ubicar los caballetes en una posición aproximada, que a veces hay que
corregir, nivelados entre sí para que las medidas sean exactas
- Marcar sobre los travesaños de los caballetes las líneas principales
de zanjas, cimientos, columnas, paredes, etc.
- En algunos casos es más útil el “corralito” perimetral que los
caballetes individuales
- Cuanto más cuidadoso sea el replanteo inicial, mejor será el resultado
final de la obra
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