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domingo, 28 de junio de 2020

CÓMO REPLANTEAR UNA OBRA, LOS CABALLETES (II)


Introducción


A partir de las nociones generales sobre replanteo de obra que aparecieron en Caballetes (I), vamos a ver qué pasos hay que seguir para poder levantar una pared en su posición correcta, requisito indispensable para que toda la obra posterior se realice de acuerdo a las reglas del arte de la albañilería.


Los caballetes individuales, o el “corralito” perimetral, son estructuras auxiliares que nos permiten ubicar y escuadrar, rápida y cómodamente, las paredes de una obra.

El replanteo de una obra


Para poder colocar los caballetes en su posición hay que partir de algún dibujo o plano en el que se relacione lo nuevo a construir con algunos puntos fijos existentes en el terreno. Para eso tendrán que figurar allí las distancias que deban tener las paredes con respecto a medianeras, otras paredes, líneas divisorias de lotes, línea municipal de vereda, etc.


Ejemplo simple pero habitual de replanteo


Vamos a considerar un caso sencillo, pero muy común, para replantear: un terreno rectangular, con medianeras bien definidas, ángulos rectos con respecto a la calle y vereda, y razonablemente nivelado. Y un proyecto de paredes en escuadra entre sí. Una situación muy básica que puede ser como la que muestra el plano de la figura 1.


Figura 1

Para buscar la posición aproximada de los caballetes conviene partir de las líneas imaginarias que pasan por el “medio” de las paredes. Es lo que en los planos de construcción se conocen como ejes de paredes. A estos ejes de paredes hay que hacerlos coincidir con la parte media de los travesaños horizontales de los caballetes.
Para ubicar y clavar los caballetes en su posición conviene seguir los siguientes pasos:
  • Marcar, provisoriamente, sobre el suelo las líneas que representan a los ejes de las paredes. Esto se puede hacer pintando con una brocha con agua y cal espesa, o con pintura en aerosol, o marcándolos con hilos, o con un reguero de arena (un “caminito” de arena). También se puede, si ya los hubiera en la obra, representar los ejes con líneas de ladrillos, que, además de permitirnos poner los caballetes, posibilitarían “ir viendo” la construcción en sus dimensiones y ubicación en el terreno. De esta manera se podrían hacer algunas correcciones de último momento.
  • Colocar los caballetes, de acuerdo a esas líneas provisorias, en su posición, tal como se muestra en la figura 2. Se comienza por clavar las estacas verticales de manera tal que no interfieran en las tareas de excavación, y alejadas del borde de las zanjas para que un desmoronamiento ocasional no las afecte. Una distancia mínima de 60 centímetros del límite de la excavación suele ser suficiente.


Figura 2

  •  Nivelar los caballetes, entre sí, es siempre necesario para que las medidas que se tomen sean lo más exactas posibles. Para ello los travesaños horizontales deberán estar todos a una misma altura. En un terreno aceptablemente nivelado alcanza con que los caballetes estén entre 20 y 40 cm por sobre el terreno natural. Para nivelar se coloca una estaca al lado de cada caballete y, usando un nivel de manguera, se marca un nivel predeterminado, que puede ser cualquiera, y que deberá ser el mismo para todas las posiciones. A partir de esas marcas se mide hacia abajo una misma medida hasta el travesaño, tal como se muestra en la figura 3.



Figura 3

Replanteando sobre los caballetes


Colocados y nivelados los caballetes, se procede al replanteo definitivo de las paredes con sus excavaciones y cimientos correspondientes. Sobre cada travesaño se puede volver a marcar los ejes de las paredes, o directamente los bordes o filos de zanjas, zapatas, columnas, muros, etc. Hay un ejemplo de caballete en la figura 4.


Figura 4

Replantear, tomándose todo su tiempo


Realizar estas mediciones y marcas con cuidado es fundamental, no sólo para el replanteo de las paredes en sí, sino también para el resultado final de toda la obra, ya que cualquier error que se cometa en esta etapa se va a ver reflejado en otros aspectos del producto terminado. Falsas escuadras en los pisos, cortes innecesarios en las cubiertas de los techos, muebles de cocina que no calcen en su posición ideal, bañeras que no caben dónde fueron diseñadas, escaleras que son un dolor de cabeza para los carpinteros son detalles en los que se ve la calidad, o la falta de ella, de una construcción.
El replanteo inicial de una obra es una etapa de los trabajos que suele hacerse entre los pastos, o pisando barro, y a veces parece que tomarse demasiado tiempo para marcar la excavación de una zanja sea innecesario. Pero si esta parte se hace mal difícilmente se puedan corregir los problemas en etapas posteriores de la construcción.

Recapitulando


Conviene:

  •   Ser consciente de la importancia de la exactitud en los trabajos de replanteo
  •  Comenzar “dibujando” los ejes de las paredes, sobre el suelo
  •   Ubicar los caballetes en una posición aproximada, que a veces hay que corregir,   nivelados entre sí para que las medidas sean exactas
  •   Marcar sobre los travesaños de los caballetes las líneas principales de zanjas,       cimientos, columnas, paredes, etc.
  •   En algunos casos es más útil el “corralito” perimetral que los caballetes           individuales
  •  Cuanto más cuidadoso sea el replanteo inicial, mejor será el resultado final de la obra


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