LOS CABLES USADOS EN INSTALACIONES ELÉCTRICAS, SUS COLORES REGLAMENTARIOS

Definición

 

En electricidad llamamos conductores a los materiales que pueden conducir, a través de ellos, a la corriente eléctrica.

 

En este caso vamos a llamar cable a la combinación de un conductor, metálico, y a su correspondiente aislamiento, plástico.

 

Los metales más usados en los cables, como conductores, son el cobre, el aluminio y sus aleaciones.

Los materiales aislantes más usados en los cables son plásticos sintéticos derivados de hidrocarburos.

 

Código de colores reglamentarios

 

Según los reglamentos vigentes, la identificación de los cables eléctricos debe ser la que se muestra en la figura 1.

 

Figura 1

 

Dado que en corriente trifásica hay, como su nombre lo indica, tres fases o “vivos”, cada una con su correspondiente color identificatorio, se podría usar cualquiera de sus colores, en instalaciones monofásicas, para identificar el cable “vivo” o fase. De todos modos se recomienda utilizar preferentemente, en primer lugar,  el color marrón, universalmente aceptado. En la figura 2 se muestran las posibles combinaciones de colores.

 

Figura 2

 

Estos cables están conformados por una serie de hilos de alambre de cobre, con un envoltorio de material termoplástico aislante de policloruro de vinilo (PVC). Los cables más usados responden a la Norma Iram 2183, y pueden resistir hasta 750 Voltios.

 

Tensión admisible de los cables

 

Como se vio aquí, los cables admiten una cierta intensidad de corriente, según su sección en mm2. Las instalaciones deben ser realizadas de manera que ningún cable supere esas tensiones. Cuando los cables eléctricos llegan al límite de su trabajo normal levantan temperatura hasta que finalmente se funden. Una popular comprobación de emergencia, de obra, dice que mientras podamos sostener con la mano un cable, por unos segundos, y soportar su temperatura, el cable todavía estará en condiciones de  trabajo aceptables. De cualquier manera las instalaciones eléctricas deben ser diseñadas de manera de que no se llegue a esos extremos, porque cualquier sobrecarga adicional los haría colapsar.