El concepto de aislación hidrófuga
Los
materiales con los que suelen hacer las paredes, en la construcción
tradicional, suelen ser porosos, y tienden a absorber la humedad de la atmósfera
y de los suelos húmedos. Las paredes tiene que estar protegidas de esas
humedades para evitar que se afecte tanto la seguridad de los edificios como la
salud de quienes los habitan.
Para
mantener a un edificio libre de la humedad de ambiente exterior es necesario
recubrirlo, exteriormente de ser posible, con una envoltura de materiales
impermeables que no permitan el paso del agua. Esa envoltura deberá ser
continua. Es decir que la aislación hidrófuga (tal es el nombre técnico de
dicha protección) de las paredes deberá continuarse con la del techo, y hasta con la
del los pisos, si estuvieran en contacto con terrenos demasiado húmedos, aunque
esta última aislación es la que más se suele omitir.
Definición de aislación hidrófuga
Entonces,
llamamos aislación hidrófuga, o protección hidrófuga, al conjunto de todas las
protecciones, de distinto tipo, que se agreguen al edificio con ese propósito.
El material más utilizado para lograr ese objetivo es la mezcla de cemento y
arena con el agregado de un aditivo químico que la impermeabiliza, aunque también se
puede usar membranas de distinto tipo, pinturas, espumas y láminas metálicas.
Cuando
se impermeabilizan muros con la capa de material de cemento y arena, la mezcla se aplica
directamente sobre el ladrillo, y se cubre con las demás capas de terminación de
las paredes. Si se impermeabilizan pisos se aplica la mezcla sobre el
contrapiso y después se continúan colocando los distintos pisos de terminación. Si se trata de
techos la mezcla se coloca sobre el contrapiso con pendiente, para luego
cubrirlo con una carpeta de concreto. En estos casos, para dar más seguridad,
se complementa la aislación con la colocación de una membrana, o con
recubrimientos líquidos o en pasta.
La importancia de la continuidad
Pero
para que esa aislación hidrófuga sea realmente efectiva la envoltura debe ser
continua. Y aquí es donde suelen aparecer los problemas. Es importante que
todos quienes participen de tu obra, quienes se hayan ocupado de construir cimientos,
paredes, pisos y techos sean conscientes de que se debe cuidar esa continuidad.
En una obra nueva y que se realice sin interrupciones, de principio a fin, es
menos probable que aparezcan esas fallas. Normalmente, en esos casos, siempre
hay alguna figura, como vos o alguien a quien vos hayas designado, que va a
supervisar que se cuiden esos detalles. Aunque, así y todo, a veces también pueden aparecen fallas.
En la obra quien controla tiene que estar presente siempre, o casi siempre. Algunos detalles
constructivos importantes se realizan en unos pocos minutos, en un corto tiempo, y después se necesita
taparlos para poder seguir. Es en esos momentos en los que los errores pueden ocurrir, y, si nadie los vio, empiezan los problemas. Que suelen ser de muy difícil solución.
Sin
embargo la cuestión es mucho más seria cuando la obra se tiene que hacer por
etapas, o cuando se realizan ampliaciones del edificio, o aún cuando se haga
una reforma o modificación menor, y no se le presta la debida atención a estos
detalles fundamentales.
En la
figura se muestra las distintas aplicaciones de aislación hidrófuga y la necesaria
continuidad entre ellas.
Controlar la correcta realización de las impermeabilizaciones
Si en
tu obra no hay una persona que se ocupe de controlar, o si hay varias manos que
intervienen en la realización de los distintos trabajos, o si la obra se extiende
en el tiempo, es más probable que se descuide es continuidad de la envoltura
impermeable. Y basta que en un solo punto se interrumpa para que, tarde o
temprano, los problemas de humedad aparezcan.
Por
eso, aunque no tengas experiencia, aunque recién estés empezando a meterte en
el tema de la construcción, si entendiste la importancia de lo que acá estamos
diciendo, no está demás que, si ves algo que no te parece bien, preguntes.
Amablemente. Pedir que te expliquen si por ese punto que estás mirando, y que
no concuerda con lo que acá estuvimos viendo, puede pasar el agua. Y
seguramente te lo van a explicar. O,en todo caso, lo van a corregir.
Es
particularmente complicado el tema de algunas roturas que, a veces, se tienen que hacer en una remodelación, sobre todo cuando llega el momento de tener que rehacer alguna parte, si no se tiene el
debido cuidado para empalmar la nueva aislación hidrófuga con la original que
se tuvo que romper. Es cuando es más importante controlar bien la continuidad de la aislación nueva con la anterior.
Cómo hacer la aislación hidrófuga
La
protección hidrófuga, o capa de material impermeable, se hace con una mezcla de concreto, de
tres partes de arena y una parte de cemento, con el agregado de un aditivo,
líquido o en pasta, que la hace impermeable. Lo ideal, decíamos, es que la
protección, en una pared simple, se haga por la parte exterior de la pared,
para que el ladrillo, o cualquier otro material con que esté hecha, se conserve
todo el tiempo seco. De no ser esto posible, cuando hubiera que hacer la
protección contra el agua en la cara interna, hay tener en cuenta de que la
pared va a estar continuamente mojada, por lo que las cañerías y otros
elementos de las instalaciones van a estar en una zona húmeda, y que, además,
cualquier cambio que se haga a la pared, así sea un clavo para colgar un
espejo, puede mostrarle al agua un camino para llegar al interior.
En
paredes dobles se puede hacer la impermeabilización en la cara externa de la pared interior, y se puede proteger la pared exterior,
si tuviera que quedar “a la vista”, con protecciones impermeables
transparentes.
muy buena info!
ResponderEliminargarcias, gaby. me alegro que te guste
ResponderEliminar