La aislación hidrófuga vertical, o azotado hidrófugo
Llamamos
aislación hidrófuga vertical a la capa impermeable que aplicamos a toda la
superficie de una pared que da al exterior, para impedir el paso de la humedad
ambiente exterior, o del agua de lluvia, hacia el interior de la edificación. Esa protección
hidrófuga se hace con una mezcla impermeable
que se coloca directamente sobre los ladrillos, y se cubre, en seguida, con
revoque.
Cómo se prepara la mezcla
En general
habrás escuchado, o leído, que las aislaciones hidrófugas se hacen con una mezcla
de concreto con el agregado de un aditivo especial. O sea con una parte de
cemento por cada tres partes de arena y el aditivo disuelto, pero sin muchas
indicaciones sobre la calidad que tiene que tener esa arena.
Si en
tu obra se usa, para todos los trabajos en general, la arena amarilla de fondo
de río, limpia, no vas a tener mayores problemas, pero si en la zona que estás
se usa arena de algún otro origen (de piedra triturada, o de médano, etc.) tenés que tener cierto cuidado. Las arenas
que no están limpias pueden tener restos orgánicos, como pastos, raíces,
astillas de madera, semillas, etc. Todo lo orgánico termina descomponiéndose,
se convierte en polvo y el lugar que ocupaba pasa a ser un agujero por donde puede pasar el agua.
Tenés que
hacer la aislaciones hidrófugas con la mejor arena que puedas conseguir, y, así
y todo, cuando vayas a preparar la mezcla pasála por una zaranda para que todos
los cuerpos extraños queden en ella. Y cuando vayas a zarandear tratá de que
toda la arena caiga sobre una superficie limpia, para que la puedas recoger sin
que se vuelva a ensuciar.
Ahora sí,
podes mezclar, en seco, tres partes de arena limpia y una de cemento, y en un
envase aparte prepará el hidrófugo según las indicaciones del fabricante. Puede
ser una parte de hidrófugo cada 10 o 20 partes de agua, según la marca. Para el
agua vale todo lo que dijimos para la arena. Que sea la mejor que puedas
conseguir. Limpia y sin restos orgánicos.
Así vas
a tener preparada una cierta cantidad de hidrófugo diluido, y con eso vas a ir hidratando la
mezcla, agregando en la medida que la mezcla te lo vaya “pidiendo”. Tenés que conseguir
una pasta bien mezclada, lo suficientemente blanda para que puedas manejarla con comodidad pero no tanto como para que se te chorree.
Una recomendación
final: usá un hidrófugo de calidad reconocida. No vale la pena hacer economía
en un trabajo que es para toda la vida útil de la obra. Tené en cuenta, además, que si
vas a usar alguno de los productos que vienen en pasta, una vez diluidos hay que seguir
revolviéndolos para usarlos, porque tienden a asentarse en el fondo del
recipiente.
Cómo aplicar la mezcla o azotado hidrófugo
Para colocar
la mezcla sobre la pared cargá el material sobre una cuchara y, con un movimiento
firme, y de abajo hacia arriba, tiralo contra el ladrillo con cierta fuerza. De
ahí surge lo de “azotado”. La cucharada de material tiene que quedar pegada al
ladrillo para que te dé tiempo a apretarla y alisarla con la cuchara. Así vas a
ir estirándola, cuidando que no queden lugares vacíos ni poros, a la vez que
revisando otra vez que no haya algún resto orgánico que se haya podido mezclar.
La siguiente
cucharada tiene que encimarse un poco a la anterior para asegurar la continuidad
de la protección. Y así, sucesivamente, vas a ir cubriendo la pared, siempre alisando
con la cuchara y revisando bien. Si faltara material en alguna parte lo vas a
agregar buscando que quede, en toda la superficie, una capa de entre 5 y 10
milímetros de espesor.
Cómo proteger la aislación o azotado hidrófugo vertical
Por estar hecho el azotado hidrófugo con una mezcla rica en cemento no podés permitir que seque demasiado rápido, porque
se contrae y tiende a rajarse. Así que lo mejor es cubrirlo, inmediatamente de
colocado, con una capa de revoque grueso, para que la proteja del calor y del
clima seco, y le vaya pasando algo de humedad.
Además,
si lo dejás secar sin cubrirlo te vas a encontrar, cuando sigas el trabajo, que
la cucharada de revoque que quieras pegarle encima, se te va a caer. Es que los
revoques necesitan de una superficie porosa para pegarse, y una superficie
impermeable, justamente, no es porosa porque, si no, dejaría pasar el agua.
Así que
tenés dos motivos para cubrir con revoque la capa hidrófuga que acabas de
colocar sobre una pared. Y si te pasa que el día ya no alcanza para para hacer un revoque
grueso terminado, al menos, cubrila con un salpicado grueso de revoque. Eso ya la
va a proteger y, además, cuando vuelvas a trabajar te vas a encontrar con que tenés
a qué pegarle el revoque de terminación. Cómo ves hay que planificar bien los tiempos de
esta etapa de la obra, porque el trabajo es algo largo y no puede quedar a
medio hacer. Te va a complicar demasiado cuando quieras continuarlo.
Por
otra parte, si tuvieras que dejar un paño sin terminar dejá siempre una franja de
la capa aisladora sin cubrir con revoque, para que cuando sigas el trabajo
puedas solapar la capa nueva con la anterior. Y si la capa impermeable hubiese
quedado toda cubierta tomate el trabajo de picar el revoque para que la
capa nueva que vas a colocar se continúe bien con la anterior.
Así te vas a asegurar de tener una verdadera aislación hidrófuga, para siempre.
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