“¿Tapaste las bolsas?”
Introducción
amig@:
Los
materiales aglomerantes son aquellos materiales que vienen embolsados, en
polvo, y que comprás para poder preparar, con ellos, las distintas mezclas que se usan en
obra. Y que, preparadas con agua, se pueden volcar en moldes, usar para pegar otros materiales, o para revestir
superficies. Hablamos de:
- Cemento
- Cal
- Yeso
- Pegamento para cerámicas
- Revoques preparados
- · Revestimientos
Elaboración y uso de los aglomerantes
Estos materiales
aglomerantes son elaborados, mayormente, con piedras calizas, obtenidas en canteras. Esas piedras (técnicamente carbonato
cálcico) son trituradas y molidas, y llevadas a hornos donde se
le aplican temperaturas del orden de
los 1000 grados centígrados. En ese proceso se convierten en un compuesto inestable (óxido de calcio), y luego se preparan para la venta. Inestable quiere decir que va a tratar de recuperar aquello que perdió en el proceso de elaboración.
Ya en
tu obra, va a reaccionar cuando se mezcle con agua y, en forma de pasta (hidróxido de calcio), se le dé
el uso correspondiente. A partir de ese momento, ya en contacto con el aire, va a comenzar el proceso de endurecimiento
para convertirse en un producto final,
de aspecto pétreo (carbonato
cálcico), similar a lo que había sido en su origen. Con ellos se construyen
estructuras de hormigón armado, se levantan paredes de ladrillos, y se revocan,
se colocan revestimientos, se hacen pisos, etc.
Te dejo un cuentito:
“Había una vez una piedra caliza que vivía
feliz en la montaña hasta que el hombre malo la capturó, la trituró y la cocinó, hasta convertirla en una criatura sedienta que anduvo por la vida buscando,
ansiosamente, agua para vengarse, y volver a convertirse en la piedra que fue alguna vez”
¿Qué te quiero decir con esto?
Que cuando las bolsas de materiales
aglomerantes, (la criatura sedienta),
lleguen a tu obra, les prestes atención, y te ocupes de evitar que absorban
agua del piso, del aire o de la lluvia, porque en muy poco tiempo se pueden
estropear, y podrías tener que gastar plata en volver a comprarlas.
Es conveniente:
- Apilar las bolsas sobre una tarima de madera, que las separe de la humedad del piso y que
permita que corra aire por debajo
- Cubrirlas con algún material impermeable, para impedir que se vayan a mojar accidentalmente
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