LA HUMEDAD DE CIMIENTOS EN LOS EDIFICIOS

“¿y esa humedad?”
Descripción del problema de la humedad de cimientos

Comportamiento físico

amig@:

Los materiales porosos tienden a absorber los líquidos con los que están en contacto. Esto ocurre por un fenómeno físico natural que podrías observar tanto si pusieras un terrón de azúcar sobre un platito con café, como si sumergieras, parcialmente, un ladrillo común en un balde con agua. Al hacer esa experiencia podrías observar que los cuerpos siguen absorbiendo por encima del nivel del líquido, tal como lo muestra la figura 1.

Figura 1

¿Por qué ocurre esto?

Porque los materiales absorbentes son porosos. Tienen pequeñas cámaras de aire, conectadas entre sí, que van formando conductos muy finos, llamados capilares, que tiendan a “chupar” los líquidos. Cuando más finos los conductos, más evidente aparece el fenómeno de la absorción por capilaridad.

¿Y qué pasa en una casa?

Tu casa está, mayormente, construida con materiales, en mayor o menor grado, porosos, de origen cementicio o cerámico. En ambos casos, en su elaboración se utiliza agua, tanto para mezclar como para hacer reaccionar a sus componentes. Cuando esa agua, durante el proceso de fabricación, se evapora, deja, en los espacios que ocupaba, los pequeños poros que definen a un material absorbente.

Y como hay partes de tu casa, construidos con esos materiales porosos, que están en contacto con el terreno natural, van a tender a absorber la humedad que encuentre en él. Ver fig. 2.

Figura 2

Tu casa puede estar construida sobre diferentes tipos de terreno, y la humedad del terreno puede afectarla de distinta manera. Lo terrenos pueden ser:

• De piedra y arena, en cuyo caso la humedad natural es poca, pero aumentando con lluvia o con nieve.
• De suelo orgánico vegetal, que retiene agua, presentando humedad constantemente.
• Estar en zona inundable, donde la humedad es constante pero que aumenta, considerablemente, en determinados momentos del año.
• Estar en zonas donde las napas de agua subterránea son muy superficiales, y presionan, permanentemente, el agua hacia los cimientos.

En todos los casos los edificios tienen que ser protegidos. en algunos casos de manera más completa que en otros.

Acá hay más información sobre la humedad en los edificios

Cómo se protege una casa para evitar el problema de la humedad de cimientos

Las construcciones se preparan especialmente para evitar el problema de la humedad ascendente por capilaridad, interponiendo barreras físicas que permiten evitar el paso del agua. Esas barreras pueden ser:

• Capas aisladoras de material impermeabilizado (mezclas de concreto de cemento con agregado de productos hidrófugos)
• Películas (film) de materiales elásticos impermeables (polietileno)
• Pinturas impermeabilizantes, generalmente de origen asfáltico
• Láminas metálicas de materiales no oxidables (cobre)

Los resultados son aún mejores si en los trabajos se utilizan más de un material simultáneamente, como se puede ver en el ejemplo de la figura 3.

Figura 3

Entonces, ¿por qué el tema de la humedad de cimientos es tan común?

Porque en algunas ocasiones, las menos, no se colocan estas barreras impermeables. En otras se realizaron con materiales antiguos o inadecuados, los que, con el correr del tiempo, pierden su efectividad. Y en algunos otros casos se hicieron con los materiales correctos pero no con las técnicas que corresponden. O, simplemente, porque alguna obra posterior las dañó y no se reconstruyeron adecuadamente.

Y aparece la humedad de cimientos…

En principio, se manifiesta como una eflorescencia, (como un polvillo blanco) que aparece por sobre los zócalos. Esa eflorescencia está compuesta por sales minerales que se encuentran en los materiales y a las que el agua disuelve, hace ascender y, finalmente, deja depositadas sobra las caras de la paredes a medida que se va evaporando.

Con el correr del tiempo la humedad empieza a “subir” y las sales van descascarando la pintura, descomponiendo los materiales de los revoques hasta que, finalmente y en el peor de los casos, deja los ladrillos a la vista. Las consecuencias serán: ambientes con olor a humedad, restos de materiales en los pisos, deterioro general del edificio y hasta posibles riesgos para la salud, por la generación de formas orgánicas perjudiciales, como hongos.

Aquí podés encontrar más información sobre el problema de la humedad por capilaridad

¿Qué se puede hacer con la humedad de cimientos?

Hay varias formas de en las que podés tratar el problema, que vamos a agrupar de la siguiente manera:

• Taparla, para que siga ahí pero no la veas.
• Reconstruir la capa aisladora, o hacerla si nunca la hubo.
• Aplicar una solución tecnológica.

Cómo tapar la humedad de cimientos

Si no querés ver más el deterioro que produce la humedad ascendente por capilaridad podés tratar de ocultarla. Que parezca que no está más. Hay varias alternativas:

• Pintar con un producto impermeabilizante, si el problema no fuera muy serio.
• Picar los revoques hasta el ladrillo y hacer un revoque impermeable.
• Revestir la pared con algún material tradicional impermeable, como puede ser un revestimiento cerámico.
• Revestir la pared con placas anti-humedad, que absorben la humedad de la pared a medida que va apareciendo, y la va evaporando, lentamente, hacia el ambiente.

Salvo la última propuesta, que tiene alguna lógica y, en general, suele ser efectiva, por lo menos por un tiempo (dependiendo de la gravedad del problema), las demás son soluciones de vida corta. Las pinturas aplicadas se terminan despegando de la pared y los revestimientos totalmente impermeables terminan agravando el problema.

Normalmente, la humedad sube hasta cierta altura (70 a 80 centímetros) para luego estabilizarse, un poco por su propio peso y un poco porque se va evaporando. Pero si se la “encajona” entre superficies impermeables el efecto físico se potencia y va a seguir subiendo hasta que encuentre un lugar por donde pueda salir. Ver fig. 4.

Figura 4

Cómo reconstituir la capa aisladora horizontal

Se podrá:

• Cortar la pared, de lado a lado y por tramos, y hacer, o rehacer, la capa aisladora con concreto e hidrófugo, reconstruyendo después la pared.
• Inyectar productos químicos, líquidos, que saturen la pared, impermeabilizando alguna zona para que impida el paso del agua.
• Inyectar productos químicos, de consistencia cremosa, en alguna de las juntas para impermeabilizarlas.

La primera solución es la que, si se hace a conciencia, te va a dar la seguridad total de que la humedad no va a volver a aparecer. Obviamente implica una cantidad de trabajos engorrosos, riesgosos y sucios que habrá que asumir.

La segunda tiene el inconveniente de que, al no poder conocerse la estructura interna de la pared, no vas a saber, con seguridad, si la pared se saturó por completo o si parte del producto entró en alguna zona hueca, y se perdió sin cumplir su función. Ver fig. 5.

Figura 5

La tercera, la inyección del producto de consistencia cremosa, es de realización más sencilla y, como se la aplica directamente en una junta entre ladrillos, se llega a un resultado más parecido a la capa aisladora tradicional.

Cómo es la solución tecnológica para la capilaridad

Es la solución más moderna, más limpia, más rápida, aunque también la más costosa. No implica roturas ni trabajos especiales, salvo los necesarios para reparar lo que la humedad deterioró. Consiste en instalar un equipo, conectado a la red eléctrica, que, a través de una antena, emite ondas electromagnéticas que invierten la capilaridad, y fuerza a la humedad ascendente a “descender”, la “empuja” para que vuelva a la tierra, para decirlo de una manera informal. La instalación es sencilla, pero necesita que su funcionamiento sea permanente en el tiempo, durante toda la vida útil del edificio.

Es la solución más moderna, más limpia, más rápida, aunque también la más costosa. No implica roturas ni trabajos especiales, salvo los necesarios para reparar lo que la humedad deterioró. Consiste en instalar un equipo, conectado a la red eléctrica, que, a través de una antena, emite ondas electromagnéticas que invierten la capilaridad, y fuerza a la humedad ascendente a “descender”, la “empuja” para que vuelva a la tierra, para decirlo de una manera informal. La instalación es sencilla, pero necesita que su funcionamiento sea permanente en el tiempo, durante toda la vida útil del edificio.