La importancia
de la continuidad en la aislación hidrófuga
Para que
sea realmente efectiva, la aislación hidrófuga debe ser continua, no tener la
más mínima interrupción, porque por allí permitiría el paso de la humedad hacia el
interior de la edificación. Esto es relativamente fácil de conseguir, si se es
medianamente cuidadoso, cuando se está haciendo un paño completo de aislación y
revoque. Las dificultades suelen aparecer cuando se interrumpe, por cualquier
motivo, el trabajo, y se lo continúa más adelante. O cuando se debe demoler algún sector
de una construcción, afectando la aislación hidrófuga, para reconstruirla
posteriormente. Es en esos casos cuando se debe prestar especial cuidado en
solapar la aislación nueva con la ya existente.
La aislación hidrófuga vertical y las fajas de revoque grueso
Un caso
particular de la continuidad que debe haber en la aislación hidrófuga se da cuando se
realiza un revoque grueso, con el auxilio de las fajas guía, sobre las cuales se va
a deslizar la regla para cortar el material cargado.
Es en
este paso de la realización de un revoque en el que aparece una situación a la
que vas a tener que prestar especial atención. Vas a tener que hacer las fajas
pero, también, proteger el ladrillo con la aislación hidrófuga
vertical correspondiente. Y no podés hacer la aislación hidrófuga de toda la pared, y después las
fajas, porque al momento de volver para hacer el revoque completo, con las
fajas ya secas, también estaría seca la capa impermeable, lo que te complicaría
la adherencia de la carga de la mezcla del revoque.
Entonces,
vas a preparar las fajas para revocar pero, antes, vas a tener que
hacer la capa aisladora impermeable que corresponde a esas fajas. Para eso
tenés que hacer una franja o “faja” de aislación hidrófuga (del espesor que
corresponda: 5 a 10 mm) sobre la que vas a hacer la faja propiamente dicha de
mezcla de revoque grueso, de la manera habitual, tal como se muestra acá.
Para continuar
el trabajo, una vez que las fajas hayan secado, y poder empalmar la aislación
hidrófuga vertical de los paños con la fajas que dejaste preparadas, éstas
tienen que haber quedado sobresaliendo de la faja de revoque grueso, tal como
se ve en la figura 1.
Figura 1
De esta
manera vas a poder solapar correctamente la nueva aislación con la que está
debajo de la faja. Si en alguna zona el material de revoque hubiese tapado la parte
que sobresale de aislación impermeable, vas a tener que retirarlo, picándolo sin
miedo, porque al ser el revoque un material con menor
cantidad de cemento que el de la aislación impermeable, se va
a desprender con facilidad.
A partir de este punto podés continuar con la
realización de la aislación hidrófuga y el revoque grueso, cargando los dos materiales
en forma simultánea para proteger a la capa aisladora. La manera correcta de
hacer la aislación hidrófuga y el revoque grueso está descrita acá.
Hola. Y que sucede con la adherencia entre el hidrófugo ya fraguado de l faja y el hidrófugo de la ponchada de revoque? Se supone que al haberse secado el hidrófugo de la faja, no habría continuidad con el del revoque, y podría firtrarse el agua por cada faja.
ResponderEliminarHola, Miguel. Tu razonamiento sería correcto si entre la realización de las fajas y la del revoque en sí se dejara pasar mucho tiempo. La idea es hacer las fajas a primer ahora y el resto del revoque algunas horas más adelante. Las fajas, realizadas con bastante cemento, van a soportar el trabajo de la regla, y las capas aislantes se van a integrar entre sí. Es un trabajo para hacer en el mismo día.
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